
El archivo que fija la cronología del Asesino del Zodíaco
En 2020 el FBI confirmó el descifrado de un criptograma y la leyenda del Asesino del Zodíaco se convirtió en un expediente forense sin autoría.
Una mesa de redacción se cubre de recortes, tinta fresca y un sobre manchado. El Asesino del Zodíaco irrumpe otra vez en la memoria con sus cartas y símbolos. El 12 de diciembre de 2020, la oficina del FBI en San Francisco confirmó el descifrado del mensaje de 340 caracteres, medio siglo después de su envío. ¿Qué queda cuando cruzamos los papeles con los registros que sí se pueden verificar?
El Asesino del Zodíaco: cronología verificable 1968–1974
Una carretera sin farolas y dos cuerpos junto a un automóvil. Lake Herman Road, 20 de diciembre de 1968: primera escena aceptada en la cronología. La pareja fue hallada fuera del vehículo, con disparos de arma corta. La investigación la asumieron cuerpos locales del condado de Solano, y su registro fijó el inicio del patrón temporal.
Un estacionamiento con luces de fiesta en la distancia y un coche herido por balas. Blue Rock Springs, Vallejo, 4 de julio de 1969: una joven muere y su acompañante sobrevive y testimonia. Una llamada telefónica posterior atribuye el ataque y menciona una pistola del mismo calibre. Los agentes compararon la evidencia balística en cadena.
Una orilla de lago, un delantal de cocina improvisado y una capucha negra con diana. Lake Berryessa, 27 de septiembre de 1969: dos estudiantes son inmovilizados y apuñalados. Ella muere horas después; él sobrevive y describe el símbolo de mira telescópica en la pechera del agresor. El autor deja marcas en el coche como parte del ritual de firma.

Una esquina urbana, un taxi detenido y una calle que conduce al Presidio. Presidio Heights, 11 de octubre de 1969: un conductor es asesinado. Días después, llega a la prensa un recorte de su camisa como prueba de autoría. La diana vuelve a aparecer en el membrete, reforzando el hilo entre cartas y escenas (Fuente: FBI, 2010-01-01, archivo digital de documentos del caso).
Una mesa de periódico con sobres sellados a tres cabeceras: San Francisco Chronicle, Vallejo Times-Herald y San Francisco Examiner. Entre 1969 y 1974, el autor envía cartas y cifrados del Zodíaco que reclaman más víctimas. Las cinco muertes confirmadas por agencias locales se concentran entre diciembre de 1968 y octubre de 1969. El archivo de casos abiertos ordena esta secuencia para facilitar la comparación de fuentes.
Una nota oficial y una pizarra con caracteres en columnas. El FBI confirmó el 11 de diciembre de 2020 el descifrado del mensaje de 340 caracteres. La investigación federal siguió abierta para identificar al remitente. Un equipo con Sam Blake, de la University of Melbourne, documentó el proceso técnico del hallazgo días después (Fuente: FBI, 2020-12-11, comunicado sobre el cifrado de 340) (Fuente: University of Melbourne, 2020-12-14, análisis técnico del descifrado).
Silencio.
Cartas, cifrados y prensa: el Zodíaco habla en clave
Una hoja cuadriculada doblada en tercios y tres redacciones en alerta. En agosto de 1969, un criptograma de 408 caracteres llegó dividido a tres periódicos. Donald y Bettye Harden, docentes de Salinas, lo resolvieron en días. El texto describía impulsos homicidas y una caza de hombres, pero no aportó identidad del autor. El hallazgo se envió a las autoridades, que archivaron la clave de sustitución simple para comparaciones futuras.
Un monitor con bloques vertebrados y marcas de permutación. En 2020, David Oranchak, Jarl Van Eycke y Sam Blake aplicaron transposiciones diagonales y cribas computacionales al cifrado de 340. El FBI corroboró el resultado y aclaró que el mensaje no incluía un nombre propio ni una admisión que cerrara el caso. El valor pericial del descifrado fue contextual, no identificatorio.
Un símbolo de diana impreso en negro y trozos de camisa en una bolsa de evidencia. Las cartas del Zodíaco, enviadas entre 1969 y 1974, alternaron amenazas, cuentas de víctimas y pruebas físicas vinculadas al asesinato del taxista. La prensa de la Bahía publicó partes editadas y retiró referencias por recomendaciones policiales. En 2020, medios locales recordaron el impacto del caso al informar el avance criptográfico (Fuente secundaria: Wikipedia, Fecha de consulta: 2025-11-05, Zodiac Killer).
Los expedientes que persisten sitúan estas piezas para comparar patrones con otros casos de larga duración en Estados Unidos. La visualización resalta el papel de la prensa en la curaduría pública y la necesidad de distinguir memoria oral de documento probatorio.
Arthur Leigh Allen: sospechoso central sin prueba concluyente
Un registro domiciliario con cajas etiquetadas y un reloj con la palabra Zodiac. Arthur Leigh Allen entró en escena como sospechoso en 1971. Fue investigado de forma intermitente hasta su muerte en 1992. Hubo órdenes de registro y entrevistas, pero ninguna imputación formal. Los documentos públicos subrayan que la sospecha no se tradujo en evidencia física determinante (Fuente secundaria: Encyclopædia Britannica, Última actualización: 2025-11-04, Zodiac killer).
Un laboratorio compara trazos y un perito marca divergencias. Las pericias de escritura no lograron una coincidencia decisiva con las cartas del Zodíaco. Huellas latentes y un perfil parcial de ADN en sellos y sobres no cerraron la hipótesis. Se subrayó que un no empate con material degradado no exonera por sí mismo. El expediente conservó a Allen como foco, pero sin asidero forense concluyente.
Un archivo federal con PDFs escaneados y sellos de recepción. El repositorio The Vault del FBI conserva cartas, notas y envíos relacionados con la investigación multiagencia. Sirve para trazar qué se recibió, cuándo y cómo se verificó cada pieza, más allá de titulares o versiones populares.
Respiramos.
El Asesino del Zodíaco hoy: caso sin resolver y reintentos con ADN
Una sala de evidencias con sobres en protección y etiquetas nuevas. El caso permanece oficialmente sin resolver en jurisdicciones de la Bahía de San Francisco. Los reexámenes periódicos buscan ADN utilizable en sellos, papel y piezas conservadas. El avance de laboratorio convive con límites de contaminación, cantidad de muestra y degradación temporal (Fuente: ABC7 News, 2020-12-12, cifrado de 340 descifrado).
Una pizarra con calendarios y jurisdicciones marcadas con chinchetas. La coordinación entre policías de Vallejo, Napa y San Francisco fue clave en 1969, y sigue siéndolo hoy. Las pruebas viajan con cadena de custodia reforzada y protocolos verificables. Aun así, la identidad del remitente de las cartas permanece indeterminada. Cartas y sombras en Whitechapel ofrece un espejo útil: casos con patrón, correspondencia y vacío de autor.
Un resumen claro frente a los archivos. Hecho: cinco víctimas confirmadas en 1968–1969. Hecho: cartas y cifrados fechados entre 1969 y 1974. Hecho: el descifrado de 2020 está verificado por organismos. Límite: la atribución individual no se sustenta aún con evidencia genética o balística decisiva. El tablero se mantiene abierto, con piezas firmes y huecos obstinados.
Preguntas frecuentes sobre el Asesino del Zodíaco
¿Quién fue el Asesino del Zodíaco y cuántas víctimas se confirman?
Es el alias de un homicida activo en el área de la Bahía de San Francisco entre 1968 y 1969. La investigación confirma cinco víctimas en ese periodo y cartas enviadas hasta 1974 a varios periódicos. Fuente: FBI, 2010-01-01, vault.fbi.gov/zodiac-killer
¿Por qué el caso sigue sin resolverse y cuáles son sus límites probatorios?
No hay coincidencias forenses concluyentes en escritura, huellas o ADN que identifiquen al autor de forma definitiva. Las muestras postales están degradadas y los perfiles son parciales. Fuente: Encyclopaedia Britannica, 2025-11-04, britannica.com/biography/Zodiac-killer
¿Cómo se resolvió el cifrado de 340 caracteres en 2020?
Un equipo internacional aplicó transposiciones y búsqueda asistida por computador; el FBI confirmó el resultado el 11 de diciembre de 2020. El mensaje no reveló la identidad del autor. Fuente: FBI, 2020-12-11, fbi.gov/contact-us/field-offices/sanfrancisco/news/press-releases/fbi-statement-on-zodiac-killer-cipher
La luz de la sala baja y los sobres quedan quietos, numerados, en una bandeja metálica. El murmullo de rotativas se apaga. Quedan papeles, fechas y un vacío de nombre propio.
Los documentos se cierran, las preguntas no.
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