
Mitología vasca: Amalur y Jentilak, la raíz pagana de un pueblo
Gigantes de piedra se retiran ante una nueva fe, dejando un estrato precristiano en la mitología española donde la tierra es el único dios que permanece.
Mitología vasca: Amalur y Jentilak antes del cristianismo
La caliza de una loma se bebe la niebla al amanecer; el musgo traza orillas blandas y la madera mojada del caserío huele a humo apagado. Lo cómodo sería pensar que, en estas montañas, la cristianización borró cuanto había antes. Sin embargo, aquí persisten relatos que colocan a la Madre Tierra en el centro y a unos gigantes como primeros habitantes, transmitidos de boca en boca hasta bien entrado el siglo XX. No hay mármol ni crónicas latinas, solo memoria de piedra y lluvia. Si lo que queda no son ruinas, sino un hilo vivo, ¿qué capa del mundo resiste bajo la pintura del nuevo culto?
Amalur: la Madre Tierra en la cosmogonía vasca
Amalur, Madre Tierra, aparece como principio generador: una matriz telúrica que sostiene el ciclo y da sentido a la vida comunitaria. Su centralidad no es un capricho tardío, sino un eje que la tradición oral conserva con notable coherencia, incluso cuando los símbolos cristianos ocupan la superficie del calendario. Más que un panteón rígido, la cosmogonía vasca se lee como un tejido donde la tierra es sujeto y frontera, parte fundamental de el mapa vivo del mito que atraviesa Europa. (Fuente: Samuel Vernal, 2020-03-25, Amalur, la Madre Tierra de la mitología vasca) (Fuente secundaria: Wikipedia, Fecha de consulta: 2025-01-17, Mitología vasca)
El resultado visible de esa continuidad no es un dogma, sino una colección de relatos pastoriles, ritos de estación y memorias de montaña que, con la llegada del cristianismo, se deslizan hacia un sincretismo prudente. A veces se rebautiza lo antiguo con nombres nuevos; otras, se le asigna al pasado la condición de gentil, es decir, de precedente pagano que el presente tolera y encuadra. (Fuente: Por encima de todas las zarzas, 2017-07-31, Jentilak, Gentiles, Gigantes)
En ese paisaje, los Jentilak se describen como gigantes fuertes, hábiles en la piedra, a quienes la tradición atribuye hitos pétreos y juegos de fuerza. Su retirada ocurre con la irrupción del símbolo cristiano: ven llegar una luz o una cruz y, tras ella, desaparecen o ceden su lugar; la figura de Olentzero, carbonero de invierno, queda como residuo amable de un linaje anterior. La escena no pretende datar arqueología, sino fijar un cambio de régimen simbólico. (Fuente secundaria: Wikipedia, Fecha de consulta: 2025-01-17, Jentil) (Fuente: David Tebras, 2023-01-28, Jentilak)

Conviene separar lo poético de lo probatorio. Que los gigantes lancen peñascos o apilen túmulos es un motivo narrativo; su fuerza no certifica dataciones, solo transmite, con eficacia visual, la relación entre comunidad y piedra. El sincretismo actúa como bisagra: ni negación absoluta de lo antiguo, ni continuidad intacta, sino un encaje que modula el relato y resitúa sus protagonistas bajo nuevas luces.
Ese encaje explica que, mientras se festeja un calendario cristiano, pervivan fórmulas, personajes y gestos que miran a la tierra como origen. En el Club lo leemos así: más que un sistema de creencias cerrado, el folclore vasco funciona como un archivo poroso donde cada época anota a lápiz sus correcciones, pero deja visible la tinta anterior.
Jentilak: gigantes y cristianización en las tradiciones vascas
Situar a los Jentilak dentro de la península contada por mitos implica observar el territorio por capas. La cristianización unificó lenguajes y ritos, pero no disolvió, de golpe, toda memoria local. En el País Vasco, la figura del gentil opera como recordatorio de un mundo anterior al evangelio: no tanto enemigo, como precedente. La oralidad, su forma de transmisión, explica la variación de motivos de valle en valle y, al mismo tiempo, la sorprendente repetición de su retiro ante la nueva fe, un mecanismo que ordena el tiempo colectivo.
Hipótesis comparativas, sin exceso
Comparar gigantes vascos con colosos celtas puede resultar tentador por paralelismos formales, pero exige modestia: la coincidencia de temas no prueba parentescos directos. Sí sugiere una gramática europea de la piedra y la fuerza asociada al origen. Aquí, el detalle diferencial es la centralidad de la tierra como sujeto: Amalur no es paisaje, es entidad. Ese énfasis desmarca el imaginario vasco dentro del repertorio peninsular y sitúa su folclore en diálogo, no en dependencia.
Cómo la mitología vasca dialoga con la mitología española
La lectura sintética: Amalur funciona como raíz cosmogónica y los Jentilak como memoria dramatizada del antes de la cruz. Juntos ofrecen una entrada singular al mosaico peninsular, donde conviven relatos de origen tan diversos como la procesión que nadie lidera en Galicia o las apariciones extremeñas. La etiqueta mitología española resulta útil para el archivo, pero insuficiente para agotar matices: aquí, la tierra habla en primera persona y la piedra tiene biografía. El límite documental también es claro: faltan fuentes primarias institucionales y sobran ecos orales; por eso distinguimos entre símbolo eficaz y dato verificable.
Para el viajero esteta, la prueba se reconoce en lo material: caliza con líquenes, madera ahumada, lluvia fina, un perfil de monte donde el mito no exige credulidad, solo paciencia. Si llegaste hasta aquí, ya eres parte del archivo: entraste con niebla y sales con un mapa de voces donde la Madre Tierra sostiene el plano y los gigantes marcan, con piedras, el compás del tiempo.
Preguntas Frecuentes (Desclasificadas)
¿Cómo encaja la mitología vasca en la mitología española?
La mitologia vasca aporta un estrato local y precristiano dentro del repertorio peninsular, con Amalur como principio terrestre y los Jentilak como memoria del antes de la cruz. Su conservacion via tradiciones orales explica variaciones regionales y una continuidad simbolica que convive con el calendario cristiano. Fuente: Wikipedia, 2025-01-17, es.wikipedia.org/wiki/Mitología_vasca
¿Qué es Amalur y qué papel cumple en la cosmogonía vasca?
Amalur es la Madre Tierra y eje generativo del mundo en la tradicion vasca; organiza el ciclo vital y enmarca la relacion comunitaria con el paisaje como sujeto y origen. Fuente: Samuel Vernal, 2020-03-25, samuelvernal.com/amalur-la-madre-tierra-mitologia-vasca
¿Hay certezas sobre la antigüedad real de los Jentilak?
Existen relatos consistentes sobre gigantes artesanos que se retiran con la llegada del simbolo cristiano, pero no pruebas directas que daten su origen mas alla de la tradicion. La adscripcion de construcciones de piedra a gigantes es folclorica. Fuente: Wikipedia, 2025-01-17, es.wikipedia.org/wiki/Jentil
Los documentos se cierran, las preguntas no. Y ahí empieza la curiosidad.
Y aunque nada de esto cambia el mundo… entenderlo sí lo hace un poco más raro.

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