El arte de soplar ovejas, o cómo perder el tiempo en la campiña
Cuando pensamos en deportes extremos, probablemente nos vienen a la mente imágenes de surfistas enfrentándose a olas gigantescas o ciclistas descendiendo a toda velocidad por empinadas montañas. Pero en una pequeña aldea de Gales, la verdadera adrenalina se encuentra en el noble arte de… ¡soplar ovejas! Sí, has leído bien. 🐑💨
La tradición que nadie pidió
En el idílico paraje de Llanwrtyd Wells, un grupo de entusiastas decidió que la vida no tenía suficiente absurdo y, en un arrebato de genialidad, creó el Campeonato Mundial de Soplar Ovejas. La premisa es simple: cada participante debe soplar en dirección a un rebaño de ovejas con la esperanza de hacerlas moverse en una dirección determinada. Porque, al parecer, dirigir ovejas con perros es demasiado mainstream.
«Nunca subestimes el poder de tu aliento», dijo nunca nadie, excepto los organizadores de este peculiar evento.
¿Quién necesita lógica cuando hay ovejas?
Este evento, que combina la paciencia de un pastor con la necesidad de aire fresco, ha atraído a competidores de todo el mundo. Los participantes suelen describir el deporte como una mezcla de meditación y locura. Al fin y al cabo, soplar ovejas puede no parecer un desafío, pero requiere una precisión y control del aliento dignos de un monje shaolin en un día con viento en contra.
Los ganadores, además del dudoso honor de ser campeones mundiales, reciben el prestigioso trofeo «Pulmón de Oro», una obra maestra de la artesanía local que, por supuesto, consiste en una oveja dorada.
🎁 Dato para soltar en cualquier conversación:
En 2004, el Campeonato Mundial de Soplar Ovejas fue cancelado debido a la falta de viento… humano. ¿QUÉ?