🕵️♂️ ¿Puede un videojuego predecir un crimen real?
En 1995, un videojuego japonés llamado “Murder on the Mississippi” se convirtió en el centro de una polémica inesperada… y algo siniestra.
El juego, tipo novela interactiva, ponía al jugador en el rol de un detective que investigaba un asesinato a bordo de un barco fluvial. Todo muy normal.
Hasta que una persona fue realmente asesinada en circunstancias sospechosamente similares a las del juego.
🔍 El escándalo
La víctima era una joven en la misma ciudad donde el juego era popular.
El sospechoso: su pareja, que había jugado recientemente… y cuyo relato del crimen coincidía inquietantemente con la narrativa del juego.
¿Coincidencia? ¿Inspiración directa? ¿Una maldita simulación?
La policía no tardó en señalar el juego como influencia, los medios hicieron lo suyo (es decir, el caos)… y el resultado fue que el juego fue retirado de muchas tiendas, a pesar de no tener ninguna relación directa confirmada con el caso.
🧠 El eterno debate
Esto reavivó el debate clásico:
¿Los videojuegos influyen en la violencia?
¿O simplemente reflejan lo que ya existe?
Hoy en día, este caso sigue siendo mencionado en estudios sobre censura, cultura pop y psicología de masas.
🎮 Y el juego en sí… ¿era tan perturbador?
No.
Era un juego de texto con gráficos 2D, música MIDI y un guion bastante básico.
Pero como todo buen pánico moral, lo que importa no es la realidad, sino el escándalo.
En la historia de los videojuegos, algunos títulos hacen historia por sus mecánicas. Otros… por aparecer en un expediente policial.