🌠 Un cometa fue excomulgado por un Papa... y siguió su camino como rockstar cósmico que ignora una carta terrenal. ¿Qué se fumaba la Iglesia en 1456?
🌠 Un cometa fue excomulgado por un Papa... y siguió su camino como rockstar cósmico que ignora una carta terrenal. ¿Qué se fumaba la Iglesia en 1456?

El cometa rebelde que ignoró al Papa 🌠

Cuando el Papa Excomulgó a un Cometa… y el Cielo No Se Enteró

🌠 Un cometa, un Papa y una maldición celestial. No, no es el argumento de una novela de fantasía, sino un episodio real de la historia que nos recuerda que, a veces, la fe mueve montañas… o al menos lo intenta con cometas.


El cometa de la discordia

Corría el año 1456, y el Cometa Halley decidió hacer una visita sorpresa a nuestro querido planeta. La gente, como es lógico, entró en pánico. Pero no era cualquier cometa, era el mismísimo Halley, conocido por provocar terror y predicciones apocalípticas. Era como si una estrella de rock llegara a una ciudad tranquila… pero sin la música.

Cuando ves un cometa, piensas en la ciencia. En 1456, pensaban en el fin del mundo.

El Papa Calixto III, un hombre de fe y acción, decidió que no podía permitir que una roca espacial pusiera en jaque a su rebaño. Así que, en un acto de suprema autoridad divina, excomulgó al cometa. Sí, leíste bien. Excomulgó al cometa.


La bula papal más surrealista

Imagínate al cometa, en su tranquila trayectoria por el cosmos, recibiendo una carta desde la Tierra diciéndole que estaba oficialmente fuera de la gracia de Dios. Claro, el cometa siguió su camino, sin inmutarse. No sabemos si se ofendió o si simplemente no tenía tiempo para leer el correo.

En cualquier caso, el Papa Calixto III ordenó a todos los cristianos rezar fervientemente para proteger al mundo de esta amenaza celeste. Y la buena noticia: el cometa se fue. La mala noticia: volvió unos años más tarde, como si nada hubiera pasado.


El cielo sigue su curso

A pesar de los esfuerzos papales, el cometa Halley continuó su paseo estelar sin alteraciones. La humanidad, por otro lado, aprendió que quizás los cometas no entienden de bulas papales ni de excomuniones. 📜

Pero al menos el Papa intentó algo inusual, una solución celestial a un problema cósmico. Otra victoria histórica para el absurdo con sotana.


¿Podemos excomulgar el tráfico?

¿Y si pudiéramos excomulgar otras molestias cotidianas, como el tráfico o los lunes por la mañana? Menos efectivo que una huelga, pero mucho más teatral. Aunque, por si acaso, es mejor no intentarlo. 🚗


🎁 Dato para soltar en cualquier conversación:

Hubo una vez un Papa que excomulgó a un cometa… y el cometa ni se enteró. ¿QUÉ?