¿Te imaginas que un simple chicle pudiera cambiar el tono de una película de terror a comedia en un segundo? 🎈😱
Estamos en el rodaje de «El Resplandor», una obra maestra de Stanley Kubrick, en 1980. El Overlook Hotel estaba más sombrío que nunca. Jack Nicholson, en su papel de Jack Torrance, estaba a punto de estallar en la inolvidable escena del hacha. Pero, ¿qué ocurre cuando el horror se encuentra con un inesperado estallido de sabor? 🍬
🎬 Primer bloque: la escena real
El plan era simple: Nicholson destrozaría la puerta con un hacha, creando una imagen grabada en la mente de los cinéfilos para siempre. Pero justo cuando el ambiente era lo suficientemente tenso como para cortar con un cuchillo, Shelley Duvall, quien interpretaba a Wendy, necesitaba algo para calmar sus nervios durante una pausa. Eligió un chicle, una elección que parecía inofensiva… hasta que se le ocurrió hacer globos justo en el momento más crítico. 🎈
«Si ‘Here’s Johnny!’ se hubiera acompañado de un chicle explotando, la historia del cine sería otra.» – Comentario en voz baja durante una proyección nocturna.
🎥 Segundo bloque: consecuencias y leyenda
El estallido del chicle resonó en el set y provocó una carcajada general. Kubrick, conocido por su perfeccionismo, se sintió desconcertado, pero la escena sirvió como una pausa cómica necesaria en el ambiente de alta tensión. La historia del chicle se convirtió en una leyenda del rodaje, mencionada cada vez que se hablaba de los momentos más tensos de la filmación.
El efecto cómico del chicle fue tan comentado que llegó a ser parte del anecdotario compartido entre cineastas, destacando cómo algo tan pequeño podía cambiar el tono del día. Más tarde, algunos fans dedicados afirmaron haber escuchado el eco del chicle en la versión final del filme, lo cual es, por supuesto, un producto de sus imaginaciones desbordantes.
🎁 Dato para soltar en cualquier conversación:
En «El Resplandor», un chicle casi convirtió un momento de terror en una comedia explosiva. ¿QUÉ?