🍌 El dato que nadie pidió
Sí. Es verdad.
Los plátanos son radiactivos.
No en plan “te va a salir un ojo en la nuca”.
Pero lo justo como para que entren en la categoría oficial de “fuente de radiación de fondo”.
¿Por qué?
Porque contienen potasio.
Y el potasio incluye una pequeña porción de un isótopo natural: el potasio-40.
Este isótopo es radiactivo.
Y aunque sea en niveles microscópicos, emite radiación detectable.
🔬 ¿Deberías preocuparte?
No. A menos que te comas 10.000 plátanos de una sentada.
Y en ese caso, la radiactividad no será tu mayor problema.
La cantidad de radiación es tan baja que sirve más como anécdota científica que como amenaza real.
📏 Nace una unidad absurda: la dosis plátano
Sí, esto existe.
Los científicos (con sentido del humor) han llegado a usar la Banana Equivalent Dose:
una unidad no oficial para explicar cuánta radiación emite algo comparado con un plátano.
“¿Ese detector de humo? Equivale a 9 plátanos.”
“¿Un vuelo transatlántico? Como 400 plátanos.”
“¿Una central nuclear bien sellada? Ni medio racimo.”
🧠 ¿Y por qué no nos lo enseñan en el cole?
Porque probablemente el profesor tampoco lo sabía.
Y porque decirle a un grupo de niños que el desayuno emite radiación no ayuda a calmar la clase.
📌 Dato para meter en cualquier conversación:
“¿Sabías que los plátanos son radiactivos y tienen su propia unidad de medida en física nuclear? Pues ahora sí.”
🎁 Cierre:
¿Quieres más datos con potencial para impresionar o asustar?
📡 El Club Curioso los cultiva, como a los plátanos… pero sin pesticidas.